Marco de Ciberseguridad del NIST (CSF 2.0)

La versión 2.0 del Marco de Ciberseguridad del NIST (CSF 2.0) representa una actualización significativa de la guía ampliamente utilizada para gestionar los riesgos de ciberseguridad. Desde su lanzamiento inicial en 2014, el CSF ha sido un recurso esencial para muchas organizaciones, ayudándolas a anticipar y enfrentar las amenazas cibernéticas. La nueva versión, publicada en febrero de 2024, incluye varias mejoras y expansiones diseñadas para hacerla más accesible y útil para una gama más amplia de organizaciones.

Ampliación del alcance y la inclusividad

Uno de los cambios más importantes en el CSF 2.0 es la ampliación de su alcance. Mientras que las versiones anteriores se centraban en infraestructuras críticas como hospitales y plantas de energía, el CSF 2.0 está diseñado para ser útil para cualquier organización, independientemente de su tamaño o sector. Esto incluye desde pequeñas escuelas y organizaciones sin fines de lucro hasta grandes corporaciones y agencias gubernamentales.

Énfasis en la gobernanza

El CSF 2.0 introduce una nueva función principal: Gobernar. Esta función subraya la importancia de que la ciberseguridad sea considerada como un riesgo empresarial significativo, que debe ser gestionado al nivel más alto de la organización. La gobernanza implica la toma de decisiones informadas sobre estrategias de ciberseguridad y la integración de estas consideraciones en la gestión de riesgos empresariales más amplios. Este enfoque asegura que la ciberseguridad no solo sea una preocupación técnica, sino una prioridad estratégica para la alta dirección.

Estructura del Marco: Las seis funciones

El núcleo del CSF 2.0 está organizado en torno a seis funciones clave: Identificar, Proteger, Detectar, Responder, Recuperar y la nueva función de Gobernar. Estas funciones proporcionan una visión integral del ciclo de vida de la gestión de riesgos de ciberseguridad:

  1. Identificar: Consiste en comprender y priorizar los riesgos de ciberseguridad de la organización en alineación con sus necesidades estratégicas y operativas. Incluye la identificación de activos y recursos de alto riesgo y la mejora de políticas y procesos de gestión de riesgos.
  2. Proteger: Enfocado en salvaguardar los activos sensibles y reducir el riesgo de incidentes a través de medidas como la gestión de identidades, la autenticación y el control de acceso, la seguridad de los datos y la resiliencia de la infraestructura tecnológica.
  3. Detectar: Implica la monitorización continua de activos y la detección de anomalías para identificar posibles ataques. Este componente es crucial para una gestión proactiva del riesgo y la respuesta rápida a incidentes.
  4. Responder: Establece las acciones necesarias tras la detección de actividades riesgosas, incluyendo la contención y erradicación de incidentes, así como la gestión de la respuesta a incidentes y la comunicación efectiva.
  5. Recuperar: Se centra en restaurar los activos y operaciones afectados por incidentes, documentar y comunicar los resultados, y aprender de los incidentes para mejorar las estrategias de ciberseguridad a futuro.
  6. Gobernar: Asegura que la ciberseguridad sea gestionada como un riesgo estratégico a nivel organizacional, integrando decisiones de ciberseguridad en la gobernanza y gestión de riesgos empresariales.

Recursos y herramientas adicionales

El NIST ha desarrollado una suite de recursos para acompañar el CSF 2.0, diseñados para ayudar a las organizaciones a implementar el marco de manera efectiva. Estos incluyen guías de inicio rápido, ejemplos de implementación y un catálogo de referencias informativas que permiten a los usuarios cruzar la guía del marco con más de 50 documentos de ciberseguridad.

Además, se han creado perfiles específicos para diferentes tipos de usuarios, como pequeñas empresas y gestores de riesgo empresarial, para facilitar su adopción y adaptación.

Conclusión

La actualización del CSF 2.0 refleja los cambios y desafíos más recientes en el ámbito de la ciberseguridad. Con su enfoque ampliado y su nueva estructura, el CSF 2.0 está mejor posicionado para ayudar a una variedad más amplia de organizaciones a gestionar sus riesgos de ciberseguridad de manera efectiva. Al enfatizar la gobernanza y proporcionar recursos personalizados, el NIST espera que más organizaciones puedan adoptar y adaptar el marco a sus necesidades específicas, mejorando así su capacidad para enfrentar las amenazas cibernéticas de hoy y del futuro.

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